Líneas de tiempo


Papyrus
Alstroemeria
Galax
Hojas secas de Drago (Dracaena Draco)



"¿Cuál es la planta apacible
que sangre de sí derrama?
Serpiente el vulgo la llama, 
tiene virtud convenible
a quienes vientre y dientes ama?"


Arbor Draconis, Dragón Vegetal: No ramifica ni florece hasta los 30 años, y se habla de  él como una de las especies más longevas. Sus heridas exudan una linfa roja y resinosa, llamada "sangre de drago". Esta sangre se utilizó para tintes y colorantes. Las patricias romanas la usaban como producto de tocador. 
En la Edad Media, los médicos y alquimistas lo apreciaban como medicina y sustancia mística. Con propiedades astringentes y desecativas.
Especie endémica del archipiélago canario, entre los guanches fue árbol totémico. Símbolo de fecundidad y sabiduría, a su sombra se reunían para administrar justicia, realizar fiestas y rituales.

Moribana con Fornio y Anturios






Shin, Hikae y Gyohojas de Fornio modeladas (Phormium Tenax)
 Tome: representado con la corteza y soe de tome con una tira de fornio
 Do: Anturios (Anthurium)

Representación de las líneas básicas

Estilo libre



Con Plantago lanceolata y Aladierno (Rahmus alaternus)



El wabi sabi es una filosofía estética de difícil explicación. Al igual que el zen, cuyas más profundas enseñanzas no pueden comunicarse por explicaciones verbales, considera que las palabras son el mayor obstáculo para captar algo con claridad.
Wabi sabi es la belleza de las cosas imperfectas, mudables e incompletas. Es la belleza de las cosas modestas y humildes, de las cosas no convencionales.
El wabi sabi representa exactamente lo opuesto a los ideales occidentales de gran belleza como algo monumental, espectacular y duradero. El wabi sabi es lo intrascendente y lo oculto, lo provisional y lo efímero: cosas tan sutiles y evanescentes que pueden resultar invisibles para la mirada ordinaria.
El arte wabi sabi nos desafía a desaprender las ideas que hemos ido adquiriendo de la belleza y descubrir la belleza intima que se encuentra en los pequeños detalles del arte presente en la naturaleza.
Implica pisar levemente el planeta y saber valorar lo que se encuentra, aunque sea una pequeñez, en el momento en que se encuentra. “Pobreza material, riqueza espiritual” es el lema wabi-sabi. Cada uno de los objetos parece aumentar su importancia en proporción inversa a su tamaño real.
Reconoce que es tan importante saber cuando elegir, como saber cuando “no” elegir: dejar que las cosas ocurran. Versa precisamente sobre el delicado equilibrio entre el placer que nos proporcionan las cosas y el placer que conseguimos al liberarnos de ellas.